Jugando al bingo ¡qué emoción!. Una manera divertida y motivadora de acercarnos a los números, reconociéndolos, discriminandolos, prestando atención, pero sobretodo, disfrutando. En esta ocasión, Mateo (el encargado del día) cantaba las bolas, Inés (su secretaria) le ayudaba sacando las mismas; Álvaro con función de apuntador, anotaba en la pizarra los números para que no se nos pasara ni uno. Los demás plenamente concentrados viviendo en puro nervio...
....Diego Sasián gritó: ¡Línea!
y el resto: ¡oe, oe oe, oe, o e, o e...!
0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son importantes.